La Danza Oriental es una de las danzas más antiguas del
mundo, que combina elementos de diferentes países del Medio Oriente y Norte de
África, aunque sus orígenes precisos son inciertos.
En los países árabes
esta danza se conoce como Raks Sharki que significa literalmente Danza
Oriental. El nombre Danza del vientre se empieza a utilizar en el siglo XIX por
los europeos que viajaron a los países exóticos en busca de nuevas culturas,
costumbres y paisajes.
Estos viajeros le dieron este término sorprendidos por
los movimientos de vientre y cadera que no existían en las danzas europeas.
Tenemos que
distinguir entre el Raks Sharki (Danza Oriental) y el Raks Baladi (Danza del
Pueblo). El raks báladi es una danza más elemental, prácticamente sin
desplazamientos y con movimientos de cadera predominantes. El raks sharki es
más refinado y rico. Incluye movimientos del folklore egipcio, la danza clásica
y la danza contemporánea, con grandes
desplazamientos, vueltas y movimientos para todas las partes del cuerpo, aunque
los de cadera son también los más importantes.
En algunos pueblos de
la antigüedad se pensaba que la fertilidad humana estaba directamente
relacionada con la tierra. A las mujeres, que eran las que creaban nuevas
vidas, se les atribuían poderes mágicos. Por ejemplo:
En la Anatolya Central y mediterránea (Turquía), hace miles
de años, las mujeres tenían danzas rituales en honor a estos poderes mágicos
(ceremonias relacionadas con la fertilidad). Los hombres estaban excluidos de
estos ritos.
En la antigua Grecia y Roma se realizaban diferentes danzas
de la fertilidad basadas en la rotación de las caderas y vientre. Algunas de
ellas se realizaban en honor a las diosas. Muchas de estas divinidades
provenían del este, en particular de Siria y Turquía. En Chipre, lugar de
nacimiento de Afrodita, la diosa Griega del amor y la fertilidad, las mujeres
realizaban danzas rituales eróticas acompañadas de cantos y percusión mediante
las cuales se ponían en trance. Esto les permitía entrar en contacto con la diosa y que ésta
les pasase su poder.
Asimismo, estos ritos o similares tuvieron lugar en
Mesopotamia, fenicia, Egipto, Arabia y la India.
En estas ceremonias
participaban gran número de mujeres. En ellas se bailaba, se cantaba e incluso
en algunas las mujeres se ofrecían a los hombres en honor a la diosa. El
propósito de estas ceremonias era traer el poder de la diosa a la tierra y
favorecer la fertilidad.
Durante el S. IV D.
C. el Cristianismo y el Islam pasaron a dominar el Medio Oriente. Aunque tomaron
ciertas fiestas y ritos paganos y se los apropiaron adaptándolos a su nueva
religión, también destruyeron los rituales con culto a las diosas y trataron de
eliminar las danzas femeninas relacionadas con la sexualidad y fertilidad. Hace
siglos, los bailarines, músicos y cantantes eran esclavos. Aunque este estatus
luego cambió los intérpretes nunca escaparon totalmente del estigma atribuido a
su profesión dentro de los países árabes.
Durante el S. XIX, en Egipto existían dos tipos de
bailarinas: las ghawazee (gitanas) que bailaban al aire libre o en el campo,
normalmente para audiencias de clase social baja. Actuaban con un pequeño grupo
de músicos que solían incluir mizmar, nay y tabla. Las awalim eran más
respetadas y además de bailar, cantaban y recitaban poesía. Normalmente
actuaban en casas de ricos. Los músicos eran: nay, oud, kanoon y tabla. En
ambos casos la danza era improvisada.
Hasta el año 1930, los bailarines habían actuado sobre todo
en casas de gente o en cafés. Ese año, en El Cairo, una mujer libanesa llamada
Badia Mansabni abrió una sala de fiestas
llamada Casino Badia. Esta sala se hizo muy popular. Tenía un programa diverso
que se basaba en el oriente y ofrecía bailarines, cantantes, músicos, comediantes
y números europeos.
La danza oriental siempre se había bailado en espacios
pequeños. En el Casino Badia tuvo que ser adaptada a escenarios grandes. Badia
Mansabny además de formar a sus bailarinas trabajó con coreógrafos y bailarines
europeos para incluir elementos de otras danzas (ballet). Estas bailarinas
actuaban normalmente en grupos, aunque las que se destacaban por su talento
hacían a veces un solo.
Durante esta época se puso de moda el traje de dos piezas
con pedrería y flecos que estaba inspirado en las películas americanas.
En esos años se produjeron un montón de películas en Egipto
y era habitual incluir alguna escena de danza o tener una bailarina como
protagonista. Muchos cazadores de talentos iban al Casino Badia buscando
bailarinas para estas escenas. Las bailarinas actrices tuvieron mucho éxito
entre el público.
Muchas de estas bailarinas descubiertas en el Casino Badia
llegaron a ser estrellas de cine muy populares y adquirieron un estatus que
nunca antes habían tenido. Como Tahia Carioca, Samia Gamal, Naima Akef y Nadia
Gamal.
Actualmente, la danza
Oriental en la mayoría de los países árabes es parte de la cultura y una
celebración sin un espectáculo de danza oriental no está completo. En los
países árabes donde más se ha desarrollado en los últimos tiempos es en Egipto,
Líbano y Turquía, aunque cabe destacar que también se ha desarrollado en
algunos países europeos y de América debido a la emigración árabe, como en
Alemania, Francia, Brasil y USA.
Las bailarinas
famosas suelen bailar en los clubes de los hoteles de cinco estrellas, llevan
una orquesta de al menos treinta músicos con instrumentos tradicionales y
modernos. El vestuario suele ser exclusivo y el espectáculo está completamente
coreografiado. El primer número suele ser una música especialmente compuesta
para ellas seguida de una variedad de canciones populares.
Algunas bailarinas famosas de hoy son: Fifí Abdú, Nagwa
Fouad, Amani, Mona Said, Dina, Laila Haddad y Soraya Hilal.
Prácticamente todas las mujeres árabes bailan raks báladi,
aprenden desde niñas en las fiestas y reuniones familiares, pero son pocas las
que se animan a ser profesionales, porque ser bailarina no está bien visto en
una sociedad tradicional musulmana.